Pilar, Alla, Jordina, Dary Luz, Betty, Amal, Lúcia, Pamela, Antonella, Leo y Maria Isabel. Son los nombres de las víctimas de los asesinatos machistas de este año en Catalunya. La definición de víctima de la violencia machista es una cuestión pendiente. Las estadísticas oficiales todavía diferencian entre las mujeres que han sido asesinadas por su pareja o expareja y a las que han matado por razón de género pero que no tenían una relación de pareja con su verdugo: por ejemplo, las madres asesinadas por sus hijos.

El Instituto Catalán de las Mujeres (ICD) realiza este último recuento más amplio y habla de 12 feminicidios este año y no 7 como recogen los Mossos, que solo incluyen los asesinatos en el ámbito de la pareja o la expareja. En cambio, en el ICD constan todos los asesinatos de mujeres, adolescentes, niñas y niños, tal y como prevé la actualización de la ley de violencia machista de Catalunya. Por eso, uno de los nombres que incluye este reportaje es Leo, el niño que fue asesinado por su padre en un acto de revancha para hacerle daño a la madre. Quien queda fuera de esta cruda estadística es Yaiza, la niña de 4 años a la que su madre mató el 31 de mayo en Sant Joan Despí para vengarse de su padre.

Vidas truncadas que no pueden quedar solo en una estadística. Sus historias, que hemos recogido acercándonos a familiares, amigos y personas que las conocieron, no solo son historias de vidas arrebatadas, sino que quieren convertirse en un mensaje contundente hacia las administraciones porque la lucha contra todas violencias machistas debe ser una prioridad para todos los gobiernos.