El camino de s’Escolta, el mirador perfecto de la marina de Valldemossa

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El camino de s’Escolta, el mirador perfecto de la marina de Valldemossa

La ruta bordea los acantilados entre Son Mas y Can Costa por una vieja senda usada siglos atrás para la vigilancia contra la piratería


En esta ruta se bordearán los acantilados que se asoman sobre la marina de Valldemossa, entre Son Mas y Can Costa, a través del camino de s’Escolta. Su nombre designa claramente su antiquísima función defensiva. Probablemente ya existía siglos atrás, cuando los habitantes de Valldemossa tuvieron que hacer frente al ataque de 400 piratas turcos que la madrugada del 1 de octubre de 1552 desembarcaron en la cala de s’Hort de sa Cova d’en Claret para saquear el pueblo, hechos de los que salieron victoriosos y que desde hace cinco años conmemoran con una fiesta muy parecida a la de Sóller o Pollença.

Durante los siglos de la piratería, la vigilancia de la costa se hacía de varias maneras: atalayando, es decir, observando el mar desde un punto elevado para avistar la presencia de naves enemigas; con guardias secretas a orilla del mar o haciendo patrullas nocturnas en las que, con el silencio de la noche, prestaban atención por si oían algo. Parece que el nombre de camino de s’Escolta tendría explicación en esta modalidad de vigilancia. Además de ofrecernos, en un día claro, una visión panorámica encantadora de todo el poniente de la costa norte y de las marinas de la Font Figuera y de s’Estaca, este camino ‘público’ es un mirador permanente sobre la inmensa hondonada del puerto de Valldemossa a través de algunos de los más hermosos miradores que el archiduque Lluís Salvador de Austria construyó sobre las tierras del Gran Miramar entre los siglos XIX i XX.

[00’] Empezamos a andar desde la misma parada del bus TIB en Valldemossa (L210), ubicada en la plaza de Campdevànol, en dirección suroeste por la avenida Arxiduc Lluís Salvador. Hay que avanzar en paralelo a la carretera, de la que solo nos separa una hilera de plataneros. [06’] Al final del paseo hay dos barreras de hierro. Se tiene que coger la de la izquierda, que no tiene cerradura y que nos introduce en una senda que, bordeando los sembrados de Son Moragues y el torrente de Lli, nos llevará hasta el llamado Girant de Deià, el cruce donde se juntan la carretera de la Serra (Ma-10) y la que proviene de Palma (Ma-1130).

Lugar legendario

[13’] Siguiendo por el asfalto en dirección a Esporles, 400 metros más adelante, a la derecha, hay la carretera del puerto de Valldemossa (Ma-1131), por donde se prosigue la ruta. [20’] Nos encontramos en el llamado Pla del Rei. Se trata de un lugar legendario, escenario de tradiciones recogidas por Joan Muntaner Bujosa y por Nicolau Cañellas, entre otros. Aquí se localizan dos leyendas situadas en la Edad Media, una sobre la familia real y otra de los primeros momentos de la conquista catalana.

La primera dice que el Pla del Rei no es más que la corrupción del nombre original, que era el ‘Plany’ o ‘Plant’ (lamento) del Rei, en relación a que, estando el rey Sanç por este lugar, allá por 1311, recibió la noticia de la muerte de su padre, el rey Jaume II, y rompió a llorar; es decir, se lamentó de su defunción. Según otras versiones, quien recibió la noticia fue Jaume II, con motivo de la muerte de Jaume I, que tuvo lugar en 1276.

La segunda historia está relacionada con el nombre de un sembrado que se encuentra en el llano, la Ferida, que recibiría este nombre, según la tradición, en memoria de la herida que, luchando contra los moros durante la conquista, en el año 1230, recibió Nunó Sanç, conde del Rosellón y  futuro señor de las tierras de Valldemossa.

Después de atravesar por un puentecito el torrente de la Marina y enfilar una corta subida, dejamos a la derecha las casas de Son Mas y el camino nos situará sobre una impresionante curva de la carretera, llamada Portalet (se la conoce por este nombre por su proximidad a la muralla medieval que se cruzará más tarde). [38’] A continuación tenemos que andar doscientos metros por esta estrecha y sinuosa vía en dirección al puerto hasta ver [42’] a la izquierda y a la derecha de la carretera dos tramos de camino. Es el camino viejo que unía Valldemossa con su puerto antes de la construcción de la carretera, a principios del siglo XX.

Los miradores del Arxiduc

Cogemos el camino de la derecha, que, haciendo como lazos, inicia una rápida subida, primero hasta el Portalet [45’], una muralla medieval de carácter defensivo, y después hasta s’Ullastrar. [55’] Alcanzamos un rellano mientras el camino de herradura gira a la izquierda, en dirección norte, bordeando la linde de Son Mas. A partir de ahora, el itinerario no tiene pérdida y uno tras otro veremos al lado izquierdo los miradores del Arxiduc. [1h 00’] El primero es el del Barranc. Acto seguido, atravesaremos la Planeta y, una vez franqueada una pequeña barrera de madera y alambre, a unos treinta metros, [1h 07’] aparece el mirador del puerto. [1h 09’] A continuación, viene uno de nueva planta, con un banco de hierro y una barandilla de madera. El siguiente es de la Volta de s’Escolta, [1h 19’] el más pequeño de todos.

Ahora el camino empieza un corto descenso y pasa por el sitio conocido como s’Esparegar, donde se encuentra la pared que linda con las tierras de la Torre. Aquí la senda sigue por un tramo nuevo a la derecha de la cerca de la casa, pero justo a la izquierda hay un portillo cubierto de cañizo [1h 28’] que conecta con el tramo final del camino de s’Escolta, que nos llevará hasta el mirador de la Font Figuera [1h 32’], que se asoma por encima de las casas del mismo nombre.

Ahora ha llegado el momento de recuperar la senda que habíamos dejado hace unos minutos, girar a la izquierda (este) e ir a buscar la carretera a la altura de Can Costa [1h 45’]. Hay que atravesarla y enlazar con el camino de la ermita de la Trinitat. La abandonaremos enseguida, porque a la derecha nace un caminito que, paralelo a la carretera, nos llevará de vuelta a Valldemossa, pasando por la gasolinera (Girant de Deià) [1h 55’] y, desde aquí, al pueblo por el mismo camino que en la ida [2h 15’].