Una caminata larga que nos llevará a recorrer las viejas vías de comunicación y peregrinaje entre el Raiguer y el santuario de Lluc

Caminata larga, de día entero, que se tiene que planificar bien para que no nos sorprenda la noche, aunque un poco menos de la mitad de la ruta -la segunda parte- discurre por buen camino, el GR-222 entre Lluc y Caimari. El itinerario plantea la vuelta al Puig des Castellot desde Caimari, pasando por Binibona, ses Figueroles y el Coll de sa Batalla. Recorreremos una de les vías de comunicación más antiguas entre el Raiguer y el santuario de Lluc, y visitaremos lugares llenos de historias y leyendas como la del salvaje y violento enfrentamiento que se vivió en el Coll de sa Batalla a principios del siglo XVII.

La ruta

00’ Iniciaremos la marcha desde la parada del bus (TIB L-330 Inca-Lluc), en la entrada de Caimari. Desde aquí, por la calle de Nostra Senyora de Lluc, continuaremos cuesta arriba hasta llegar a la altura de la calle de Ca s’Hereu, a la derecha, por donde proseguiremos la caminata siguiendo los indicadores que nos conducen hacia Binibona. Cruzaremos la plaza Major por el lado de la iglesia parroquial de la Immaculada Concepció. Se trata de un edificio construido a finales del siglo XIX (1877-1891) y se caracteriza por la sencillez y la austeridad, así como por algunos rasgos neoclásicos. Saldremos de la plaza por la calle de ses Escoles y enseguida giraremos a la derecha por la calle de Sant Jaume. Justo antes de llegar a la placita Vella, donde se encuentra el oratorio de Sant Jaume (iglesia vieja de Caimari del siglo XVIII), giraremos a la derecha por la calle de Binibona 10’.

Ahora se trata de recorrer los cerca de dos quilómetros de carretera hasta Binibona acompañados por el Puig dels Albellons, a nuestra izquierda, mientras disfrutamos de las panorámicas de Caimari, Selva y, muy al fondo, el Puig de Santa Magdalena, a nuestra derecha. Obviaremos cualquier desviación a la derecha que nos encontremos a lo largo de este tramo de ruta. Enseguida que entremos en la aldea de Selva 35’ seguiremos los indicadores de Can Beneit y de la finca dels Albellons, que nos guiarán hacia el camino de sa Coma. Pero antes tenemos que saber que Binibona no siempre ha sido tan ‘buena’; en el siglo XIII aparece documentada con el nombre de Bilamala o Binimala, topónimo de origen árabe. Aún así, según el filólogo Joan Coromines, el origen podría ultrapasar la dominación musulmana y remontarse al latino ‘pinna mala’ o ‘malas peñas’. Lo más divertido, pero, es que el cambio de Binimala a Binibona fue por razones supersticiosas.

Situados ya en el camino de sa Coma, si nos apetece y vamos bien de tiempo, nos podemos parar a ver las casas de Can Beneit, origen de la aldea. Allí donde finaliza el tramo asfaltado, cuando progresivamente los olivares se vuelven encinares y la hondonada de la torrentera se hace más visible, unos metros después de la entrada a la finca dels Albellons, 50’ encontraremos a la derecha un mojón que nos indica un sendero que nos llevará a cruzar el torrente de es Guix o de Comafreda y, a pocos metros, el de es Picarols, antes que ambos se junten para formar el torrente de Sant Miquel. Dejamos atrás los torrentes y accedemos a través de un portillo (antiguamente, un somier hacía la función de barrera) a la pista forestal del Castell.

Simas y hornos de cal

1h00’ Giraremos a la izquierda y seguiremos la pista de tierra que, paralela al torrente, transcurre por dentro del bosque espeso de encinas y pinos. Encontraremos numerosas simas de carbón y hornos de cal en un tramo bien corto, mientras que si miramos dentro del torrente observaremos algunas de las represas construidas para favorecer las filtraciones de agua de las torrentadas hacia el subsuelo. Poco a poco, la pista se aleja del torrente y se adentra badén arriba hacia la Coma Llarga. 1h25’ ¡Cuidado!, porque tenemos que ver a la izquierda un gran mojón que nos indica el principio del camino que nos tiene que llevar hasta ses Figueroles. Se trata de un camino de herradura, empedrado en algunos tramos, que asciende lentamente haciendo zigzag por la cuesta d’en Barral y desde donde se tienen unas impresionantes vistas del encaje del torrente de es Picarols.

Después de un paseo llano por la Coma de ses Vaques, el camino vuelve a tener unas curvas de subida por la zona conocida como es Puçar. 1h50’ Al atravesar un pequeño paso en forma de garganta rocosa, veremos a la izquierda el Cocó dels Ases, un pequeño depósito de agua que hacía las veces de bebedero para el ganado, Más adelante encontramos un portillo que delimita antiguos restos de un cercado de malla, el Corral dels Ases, y ya nos permite acceder a los terrenos públicos. Divisamos al fondo el valle de ses Figueroles y el Puig de ses Covasses, y a la derecha, los peñascos de la Serra d’en Bisquerra (sa Capella Blava).

2h05’ Dejamos a la derecha el camino que sube a Alcanella y atravesamos el torrente de Alcanella o des Picarols para dirigirnos hasta las casas de ses Figueroles 2h10’, entre ciruelos y lodoñeros, además de zarzas y matas. Para acceder al patio, todavía tendremos que cruzar un pequeño torrente que baja del Coll de sa Rota, cerca del Coll de sa Batalla.

La finca pública de ses Figueroles es una ‘possessió’ del término municipal de Selva que ya aparece documentada en el año 1370 y que limita, al norte, con las otras fincas públicas de Son Amer, Menut y Binifaldó, en Escorca. En conjunto, es un entorno privilegiado de la Serra de Tramuntana, rodeado de verdor y de historia, de un gran valor natural y paisajístico. El Govern adquirió la finca en 1997 con el objetivo de dedicarla a la conservación del ‘ferreret’ (un anfibio endémico) y de su hábitat.

Desde la casas seguimos en sentido ascendente y, por dentro de la tupida vaguada, el caminito que nos ha traído hasta aquí y que ahora nos tiene que conducir al Coll de sa Rota, primero, y más tarde, por el Pas d’en Bartomeu, hasta el Coll de sa Batalla. Justo al salir de ses Figueroles, el camino atraviesa una pared y gira a la derecha. Dejaremos a la izquierda la fuente de sa Mata y un poco más arriba la fuente de sa Rota 2h35’, una balsa que el camino bordea por el lado derecho. El sendero se sigue sin dificultad y discurre por dentro de la vaguada que se abre entre es Castellot (694 m), a la izquierda, y el Puig de ses Covasses (753 m), a la derecha. Dejaremos a la derecha las ruinas de las casas de sa Rota y, cerca, los restos de una antigua ‘casa de neu’ (nevera), datada de 1713.

Tramo rocoso 

2h55’ Identificaremos el Coll de sa Rota (592 m) -paso importante del itinerario- porque lo encontramos justo cuando salimos del pinar espeso y entramos en un tramo rocoso, por donde el camino serpentea buscando el mejor sitio para pasar. Al fondo ya podemos ver el Puig Caragoler des Guix (913 m). A partir de aquí tenemos que seguir con atención los mojones (suroeste) y las huellas marronosas de las suelas embarradas de las botas de otros excursionistas que nos han precedido por la misma ruta. 3h15’ Llegamos al Pas d’en Bartomeu, un pequeño portillo abierto en una pared seca muy irregular, construida encima de los propios peñascos. Justo en este lugar encontramos también la línea divisoria entre los términos municipales de Selva y Escorca.

A partir de aquí todo es bajada suave, mientras el sendero que hemos seguido hasta ahora se convierte progresivamente en una pista de tierra que desemboca justo detrás del restaurante y la gasolinera del Coll de sa Batalla 3h35’, llamada así a consecuencia de los enfrentamientos entre Canamunt y Canavall. En el año 1618, a es Grau de Lluc, en la ‘possessió’ de es Guix, un numeroso grupo de bandidos del grupo de Selva (Canamunt) fue atacado por los comisarios reales, en buena parte bandoleros de Canavall.

Ahora, solamente tenemos que seguir los indicadores del camino viejo de Lluc, que nos conducirán por la Bretxa Vella 3h55’ y el Salt de la Bella Dona, sa Llonganissa, la Cometa de sa Coveta Negra, Son Canta 4h40’ y la Costa Llarga hasta Caimari 5h20’. Acabaremos en la misma parada de bus desde donde hemos empezado a andar.