La Comuna de Bunyola por el camino de los Cocons y la Coma Gran

La Comuna de Bunyola por el camino de los Cocons y la Coma Gran

Vuelta circular por uno de los espacios comunales más grandes y extensos de las Islas Baleares, que tiene en Cas Garriguer su punto neurálgico

La ruta que os proponemos discurre por uno de los paisajes culturales más interesantes e intensos de Mallorca. La Comuna de Bunyola representa uno de los espacios comunales más grandes de las Islas Baleares, con 716 ha, lo que supone el 8,5% de la superficie del municipio de Bunyola. Se trata de un ámbito geográfico muy bien descrito por Pere J. Brunet en su libro La Comuna de Bunyola, biografía de un bosque (Ajuntament de Bunyola, 1991). Una unidad paisajística perfectamente diferenciada, a medio camino entre las máximas alturas de la Serra y el Pla. En el siguiente itinerario, nos acercamos a ella a través de los caminos más importantes que recorren este territorio: el camino dels Cocons, la Coma Gran y el paso del Grau. Para llegar a Bunyola se puede utilizar el tren o el autobús (líneas 205, 204 y 303 –consultad los horarios en la web tib.org).

La ruta

[00 min] Estamos en Sa Plaça, donde late intensamente la vida del pueblo: local, exterior y foránea. El popular bar Ca s’Espardanyer, la Casa de la Vila y la iglesia parroquial de Sant Mateu, del siglo XVIII, custodian este emblemático espacio, donde cada miércoles y sábado se celebra el mercado. Nos dirigimos hacia levante, en dirección a Santa Maria (Ma-2020). Enseguida dejamos a nuestra izquierda Es Garrigó [10 min], un pequeño núcleo residencial desde donde comienza la pista, apta para vehículos, que sube al área recreativa de Cas Garriguer (Comuna de Bunyola). Rápidamente salimos de las afueras de Bunyola.

Abandonamos el pueblo por un paseo peatonal que, por la izquierda de la calzada, llega hasta el cementerio municipal [15 min]. Unos cien metros más adelante, encontramos la entrada al camino dels Cocons. Giramos a la izquierda, frente a la subestación de Endesa, y seguimos nuestra ruta hacia levante por una vía estrecha y asfaltada, que avanza entre muros de piedra seca. Pronto nos topamos con las casas de la posesión dels Cocons [25 min], a mano izquierda, una gran casa señorial que ha sido recientemente objeto de una importante reforma.

Es Cocons es una de las posesiones emblemáticas de Bunyola, por donde pasa uno de los caminos principales hacia la montaña de la Comuna. Aparece documentada por primera vez en el siglo XIII, aunque es a partir del siglo XVII cuando encontramos los registros más importantes, como la irrupción al frente de la propiedad de la familia Muntaner, presente hasta bien entrado el siglo XX.

Este es, además, un lugar tocado por las musas de las artes. “La posesión aparece en la obra literaria de Llorenç Villalonga; su abuelo, el médico Guillem Villalonga Gelabert, se casó con Catalina Muntaner dels Cocons Sancho, la hija mayor del señor dels Cocons, y él pasó allí algunas temporadas durante su infancia” (Les possessions de Bunyola, història i patrimoni de Gaspar Valero i Martí, Bàrbara Suau Font y Jaume Mateu Verdera, Editorial Olañeta, 2012). Dos novelas de Villalonga, Bearn o la sala de las Muñecas (1956) y Les fures (1967) toman como referente estas tierras para recrear sus respectivos escenarios literarios. Por otra parte, gracias al libro de Caterina Valriu i Llinàs, Les Rondalles que l’Arxiduc no va publicar (Galés Edicions, 2022), sabemos que una de esas historias, titulada ‘Es dos amics’, tiene como escenario principal la posesión dels Cocons. Es un cuento de carácter maravilloso que junta a dos amigos, uno de buena intención y otro de mala, que han pactado acudir cada uno a la boda del otro; pero antes, el malvado propone al bondadoso ir a robar a los Cocons. El resto de la historia hay que leerla en el libro de la doctora Valriu. Para terminar, una anécdota, medio chascarrillo medio leyenda, protagonizada por quien fue alcalde de Bunyola a finales del siglo XIX, Jaume Muntaner Sancho, recogida por Gaspar Valero i Martí en el libro Palma, ciutat de llegenda (Editorial Olañeta, 1995). Se cuenta que con ocasión de la visita del rey Alfonso XII a Mallorca, a mediados de marzo de 1877, tuvo lugar una audiencia en el palacio de la Almudaina, a la que acudieron todos los alcaldes de la isla. Llegó el turno de las presentaciones. Cuando fue presentado Jaume Muntaner, se le anunció ante el rey como alcalde de Bunyola, pero él añadió orgulloso: “¡Y señor dels Cocons!”. El Borbón le respondió: “¡Que Dios se los conserve muchos años, señor alcalde!”

La Cueva del Señor Guillem

Seguimos nuestro camino en dirección al área recreativa de Cas Garriguer. Poco a poco, la ruta se encajona y serpentea, hasta que se vuelve a abrir a la altura de Ca na Moragues [40 min], en el cruce de los caminos de Cas Bergantet, a la derecha, y de la Coma Gran, justo frente a nosotros. Seguimos recto, iniciando una larga y pausada subida hacia el corazón de esta montaña. En la parte más estrecha del barranco, encontramos la casa de Sa Cova [50 min], también conocida como la Cueva del Señor Guillem, una construcción encajada en la roca que parece tener origen en el siglo XIV. Poco después, el barranco se abre de nuevo en torno a Can Fundo, a la izquierda. [1 h 05 min]

Dejamos atrás las terrazas de olivos y los cultivos para cruzar la barrera de acceso al bosque de la Comuna. Nos adentramos en la vegetación cerrada y vigorosa del encinar, donde los rayos de sol apenas logran colarse. [1 h 40 min] Llegamos al llano de Cas Garriguer, centro neurálgico de la Comuna de Bunyola. Salimos a la pista que sube desde el Garrigó, giramos a la izquierda y seguimos las señales del GR-221.5 hacia el paso del Grau. Tras un primer tramo por pista, [1 h 55 min] las estacas de madera nos desvían hacia el barranco d’en Cupí. En el siguiente cruce [2 h 05 min], giramos a la derecha por el paso del Grau. Nos dirigimos hacia los peñascos que dominan Can Grau por un camino ancho y cómodo. Atentos a las señales, porque en unas curvas cerradas, a la altura del mirador de ‘La máquina vieja’ [2 h 15 min], nos harán entrar en un camino más estrecho y antiguo en dirección a Bunyola. Se trata de un viejo camino de herradura que describe unos cortos zigzags por lo que sería propiamente el paso: una grieta entre las rocas. Pasamos por antiguas carboneras, pequeños aljibes y algún horno de cal. Un paisaje antrópico propio de los bosques de montaña. [2 h 45 min] 

Salimos de la Comuna al camino del Planiol entre el peñal de Can Fil, a la izquierda, y el puig del Castellet, a la derecha. Sin perder de vista las señales, giramos a la derecha y recorremos los últimos metros antes de entrar de lleno en Bunyola por el callejón de la Comuna. Una sucesión de caminos que nos llevará hasta Sa Plaça, donde finaliza nuestra ruta [3 h 00 min].