De Deià a Béns d’Avall por la marina de Deià y el Camí des Grau

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Mallorca - Illes Balears

De Deià a Béns d’Avall por la marina de Deià y el Camí des Grau

Un itinerario circular, largo y riguroso, que nos permitirá saborear con toda su plenitud la belleza de este lugar único de la Tramuntana

Robert Graves decía, con su ironía habitual, que el pueblo de Deià debía su nombre a les veces que había sido inmortalizado sobre los artísticos lienzos. “El pueblo de ya pintado”, nos dejó escrito en ‘Por qué vivo en Mallorca’, de 1964. En esta  ruta recorreremos el Camí de Baix, llamado popularmente de los Pintores, a través del cual atravesaremos la fascinante marina de Deià, llena de matices y siempre salvaje. La vuelta la haremos por el camino viejo de Sóller o del Grau (GR-221), que nos permitirá completar la vista de todo el lugar. Será una experiencia muy especial por el corazón de este trocito de la Serra de Tramuntana - Patrimonio de la Humanidad.

La ruta

00’ Nos ponemos en marcha desde la parada del bus TIB (tib.org) de Deià (L-210), a la altura del hotel La Residència. Desde aquí vamos en dirección a la Casa de la Vila, por la calle del Porxo. Llegamos hasta el fondo de esta estrecha vía de la parte más antigua del pueblo y, dejando de lado la calle de Ramon Llull, que sube por la derecha por arriba de la barriada del Puig, seguimos recto hacia abajo por unas escaleras que nos conducirán al Clot, la barriada central del pueblo. Siguiendo los indicadores del GR-221 (Ruta de Pedra en Sec) llegamos al refugio de Can Boi 10’, que dejamos a la izquierda para seguir descendiendo en dirección a la cala por el Camí des  Ribassos.

Unos trescientos metros más abajo 15’, encontramos a la izquierda unos lavaderos, y aquí el camino pierde el asfalto y adopta progresivamente el perfil característico de los caminos de la Serra: estrecho, empedrado y con margen de sostenimiento, que en este caso resulta ser muy escarpado. De aquí viene el nombre: Camí des Ribassos. La visión del fondo del torrente Major se hace más espectacular desde este tramo del camino.

30’ El Camí des Ribassos conecta a través de un puentecito con la carretera de la Cala. Delante tenemos la continuación del GR-221 hacia Sóller, por el tramo conocido como el Camí de sa Pesta (camino de la Peste), y a la derecha, el Camí de sa Vinyeta, que también lleva a Deià. Nosotros giramos a la izquierda y vamos carretera abajo en dirección al mar. 40’ Allí donde la carretera gira a la izquierda y recto tenemos el caminito que baja a la cala, tomamos el camino de la derecha. Cruzamos el camino que sube del mar hacia Son Bujosa y, sin perder altura, salimos a unos ‘marges’ (márgenes) que se asoman por encima de la cala y desde los que dominamos toda la rada. La vereda sube por unas peñas sobre unos varaderos y, de repente, como recién emergidas de las profundidades del mar, se nos presenta la esbelta figura de unas rocas blanquecinas que forman el conjunto conocido como Còdols Blancs 50’, profusamente pintado por los paisajistas de final del siglo XIX y principios del XX. Con razón, a este tramo de la ruta se lo conoce como el camino de los Pintores.

A partir de ahora, nuestra ruta discurre por estrechos márgenes cortados sobre la pendiente escarpada, rozando el acantilado. Es el que algunos identifican como el Camí de Baix, que unía Deià y la cala con Alconàsser y Béns d’Avall, ya dentro de Sóller, y que pasaba por Llucalcari. En conjunto, un itinerario opuesto al Camí d’Amunt o del Grau, llamado también de Son Coll o de Castelló.

Tenemos que estar muy atentos a los mojones e indicadores de madera que nos van señalando los diferentes cambios de orientación del camino. En este primer tramo, nos encontramos varios poyos, acondicionados por el antiguo propietario de Son Bujosa, siguiendo el estilo del Archiduque en sus ‘possessions’.

1h25’ El camino pasa por delante de las casas del Canyaret. Dejamos a la derecha el camino escalonado que sube a Llucalcari. A partir de aquí, el sendero está muy maltrecho i se vuelve un poco más complejo. Tenemos que prestar mucha atención a cada paso que demos. 1h50’ Tenemos Alconàsser a la vista y el caminito sube para salvar un acantilado -Penyal des Colomer- que tenemos justo delante. Poco después nos encontramos con una pared seca cerrada con alambre que nos obliga a bajar unos metros por un terreno escarpado y resbaladizo hasta encontrar un saltador de madera. Diferentes indicadores de madera nos irán llevando por un recorrido muy variado hasta desembocar sobre la aldea de Alconàsser 2h00’. Seguimos el camino de subida que, paralelo al pequeño torrente que baja por la vaguada a los pies de Can Bleda, se acerca cada vez más a la carretera de Béns d’Avall, a nuestra izquierda. Cruzamos el torrente en el punto que nos sea más fácil y seguimos la marcha carretera arriba.

2h15’ Enganchamos el GR-221. A la izquierda, sigue en dirección al refugio de Muleta. Nosotros giramos a la derecha hacia Deià. Primero pasaremos por el Coll de Can Bleda (224 m) 2h25’ y desde aquí subiremos al oratorio de Castelló. Por la parte de atrás de esta vieja iglesia del siglo XVII accederemos a las casas de Can Prohom i Son Mico 2h35’, por donde sigue el camino de vuelta. Vale la pena pararse un momento para disfrutar del paisaje y saborear los aromas de historia que se desprenden de esta antigua alquería musulmana. Desde su terraza podemos observar a la izquierda, encima de una colina, el famoso Pi de s’Ensaïmada.

Font de les Mentides

Después de un breve descanso, dirigimos nuestros pasos hacia Deià en el último tramo de la ruta. 3h00’ Dejamos a la derecha el acceso a la Font de les Mentides (fuente de las Mentiras) o de Son Coll. Si vamos bien de tiempo, vale la pena pararse un momento.  “En relación a este nombre tan curioso de fuente de ‘las Mentiras’, una  tradición dice que todos los que beben agua de la fuente y no son de Son Coll no paran de decir mentiras. Es posible que la leyenda tenga origen en el pleito que sobre el derecho de uso del agua de la fuente enfrontó con discusiones, peleas y numerosos litigios desde 1480 hasta 1583 la gente de Son Coll con la de Llucalcari” (fontsdetramuntana.com).

Un poco más adelante, 3h05’ pasamos por delante de la aldea de Son Coll. A principios del siglo XX vivían allí cincuenta personas. Durante todo este tramo disfrutamos del encanto de los viejos caminos públicos que cruzan la Serra de Tramuntana y de las bellas panorámicas de la marina de Deià. Salimos a la carretera Ma-10 a la altura del punto quilométrico 60,200 por la urbanización Coves de Can Puigserver 3h20’. Amparados por las casas de Ca l’Abat, arriba a nuestra izquierda, seguiremos con mucha precaución por la calzada hasta llegar al pueblo. Antes de llegar, dejamos también a la izquierda Ca n’Alluny, la casa museo de Robert Graves. Al  entrar en Deià, la parada del bus delante de La Residència indica el final de ruta. 3h50’.