La vuelta al Puig de na Fàtima, la montaña de los dos tesoros

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La vuelta al Puig de na Fàtima, la montaña de los dos tesoros

Recorrido por los alrededores de Puigpunyent por enclaves llenos de magia, rincones con mucha historia y sitios de gran valor cultural y natural

“¿Quién es que no conoce el Puig de na Fàtima de Puigpunyent? Esta Fàtima era la hija de un rey moro que permaneció encantada dentro de un peñasco de esta montaña. No muy lejos había un tesoro escondido de aquellos que los que los escondían no podían entrar en el cielo si alguien no los encontraba...” (‘Rondalles Mallorquines d’en Jordi des Racó, volum XXIV’).

En esta ruta no os proponemos ir a buscar ninguno de los tesoros de Fàtima, integrados en el mismo volumen de la recopilación rondallística de mosén Antoni Maria Alcover, sino recorrer el paisaje cultural y natural de este sector del valle de Puigpunynent. No os pediremos ni que recéis ‘tres padrenuestros con buena devoción’ ni que pongáis ‘un cirio encendido en cada cuerno’ del toro que encontraréis abajo, en la montaña, o que les deis ‘tres rebanadas de pan tostado con aceite’ y se las pongáis dentro de la boca; solo os pedimos que prestéis atención en cada paso que deis y que llevéis la mirada hacia vuestro entorno.

El punto de partida lo situamos en la parada del bus TIB L-140 (consultad las líneas y los horarios en tib.org) en el interior del pueblo (Camí de sa Vela), detrás de la biblioteca municipal y muy cerca del Ayuntamiento (Casa de la Vila).

La ruta

00 min. Desde la parada del bus, dirigimos nuestros pasos hacia las afueras del pueblo, en dirección al Coll des Grau (Esporles/Banyalbufar/Valldemossa). Lo haremos por la calle Major, primero, y acto seguido enlazamos en sentido ascendente con la calle de la carretera nueva de Estellencs. Delante, ya divisamos por detrás las casas el Puig de na Fàtima (477 m); a la derecha, el barrio del Serral, y a la izquierda, el Puig de Galatzó, que se asoma por el horizonte de la Serra. Este ‘puig-punyent’ o montaña puntiaguda que da nombre a la villa se convierte en una imagen icónica a los ojos de cualquier persona cuando llega aquí desde Palma bordeando el torrente de la Riera.

10 min. Salimos del pueblo por el barrio de Son Bru de Dalt y ya vemos los indicadores de madera del Consell de Mallorca (GR-221). Dejamos a la izquierda el camino de Son Fortesa –camino viejo de Estellencs-, por donde regresaremos al pueblo, y seguimos por la Ma-1101. En este primer tramo, conocido popularmente como la calle Garrover de les Sabates, encontramos el árbol donde “antaño los de Superna, ‘possessió’ que hay más arriba, cuando iban a Puigpunyent, se ponían los zapatos al llegar a este algarrobo y, al irse de allí, se los volvían a quitar, para no estropearlos” (‘Un altre tresor en es puig de na Fàtima’. Rondalles Mallorquines d’en Jordi des Racó, vol XXIV).

En la tercera curva de la carretera 25 min., encontramos los indicadores de madera que nos conducen hacia los atajos -tramos del camino viejo- que nos sacarán del asfalto y nos harán más agradable esta primera parte de la ruta. 50 min. Alcanzamos el Coll des Grau (468 m), abierto a partir de la construcción de la carretera, durante la segunda mitad del siglo XIX. Bajamos unos metros en dirección a Esporles y enseguida -dos curvas más abajo del cerro que se abre hacia el valle de Superna- salimos de la carretera por el camino de la Campaneta.

1 h 05 min. Cruzamos un portillo abierto y entramos en los dominios de la mencionada ‘possessió’, al lado noroeste del valle de Superna y coronada por los peñascos imponentes de es Puntals de Planícia. Hacia la izquierda, disfrutamos de una bella y amplia panorámica hacia el interior de Puigpunyent, con el Puig de na Fàtima en primer término y el de na Bauçana al fondo; a nuestra espalda, la Fita del Ram, llamada también na Ferrana.

Cuando ya tenemos bien a la vista las casas de la Campaneta, a nuestra derecha, los indicadores nos sacan del camino principal y nos conducen hacia uno más antiguo y hermoso. Se trata de un viejo camino de herradura, recuperado por Fodesma en la década de los noventa, que nos llevará hasta el Coll de na Jordana (616 m) 1 h 20 min., unos antiguos barbechos dentro de la propia ‘possessió’. Cruzamos un portillo sin barrera; a partir de aquí el camino se ensancha y no se despega de una pared que tenemos a mano izquierda. Después de unas curvas muy pronunciadas del camino, minutos antes de llegar al cruce del Coll d’Estellencs, encontramos a la izquierda uno de los dos puntos de acceso a la ermita de Sant Nofre 1 h 25 min. Una losa marcada nos indica el principio del sendero.

Ermita de Sant Nofre

“Este centro espiritual, ubicado en las laderas meridionales del Puig de sa Parra, se encuentra en estado de avanzada ruina, pero todavía mantiene el aire misterioso y  de paz que llena el lugar”. De esta manera se nos describe este enclave mágico en la Guia dels Pobles de Mallorca (Consell Insular de Mallorca/Grup Serra, 2001), toda una invitación a dejarse llevar por el ambiente y las vistas que nos regala.

La ermita de Sant Nofre está emplazada en tierras de Son Fortesa y fue fundada en  1660 por el ermitaño Jaume Català de Santa Magdalena, natural de Selva y miembro  de la congregación de la Trinitat de Valldemossa. Posteriormente, Príam de Villalonga y su esposa, Onòfria Mir, entonces propietarios de Son Fortesa, hicieron posible la construcción del oratorio, que se puso bajo la advocación de san Nofre. Jaume Català murió en 1689 y la ermita fue definitivamente abandonada en 1776, después de que su único residente, el ermitaño Josep de Sant Antoni, muriese despeñado al lado de la Font de la Replegada, de camino hacia Puigpunyent. En el siglo XIX hubo un segundo intento de ocupación que no fructificó debido a un violento robo que sufrieron sus habitantes (Font: Guia dels Pobles de Mallorca ).

Regresamos al camino principal y llegamos al cruce, donde enganchamos con el camino viejo de Estellencs 1 h 30 min., la vía de comunicación histórica –de origen medieval- entre los pueblos de Puigpunyent y Estellencs, este último sufragáneo hasta 1913. Empezamos a cerrar el circuito de nuestra ruta. Dejamos a la derecha la subida al Coll d’Estellencs, a solo diez minutos, e iniciamos el descenso, que nos llevará en primer lugar cerca de las casas de la montaña 1 h 50 min. Antes, cruzaremos dos portillos abiertos sin barrera; el primero de todos nos sacará del encinar.

Después de las casas de la montaña, que actualmente están abandonadas, encontramos la fuente de mina de la propia ‘possessió’, que vierte el agua en una pila de la que se provee el ganado que pasta por los alrededores. A escasos cinco minutos tenemos sa Teulera Vella 1h55’, que dejamos a la izquierda del camino. A partir de aquí empezamos un rápido descenso que nos conducirá a la carretera de acceso a las casas de Son Fortesa 2 h 10 min. Una hilera larga de plataneros gigantescos nos acompañará hasta atravesar unos espaciosos sembrados con el Puig de na Fàtima a la izquierda. Entramos en Puigpunyent siguiendo las mismas calles que en la ida y poniendo fin a la marcha en la parada del bus TIB (2 h 45 min).