Este refugio y santuario se ha convertido con el tiempo en un referente del senderismo y una joya de las historias y leyendas populares

El castillo de Alaró es una especie de refugio santuario, estandarte de la resistencia de los pobladores de la isla de Mallorca durante siglos. Las primeras referencias documentadas que encontramos nos remiten al sitio que durante ocho años y cinco meses mantuvieron los musulmanes con un grupo de cristianos de origen romano (los rum), pobladores de la isla antes de la llegada de la media luna en el año 902. La construcción, todavía visible, corresponde a épocas posteriores a la conquista de la isla por parte del rey Jaume I, en 1229.

Episodios históricos, legendarios y espirituales recorren toda la geografía de esta especie de gran muela, serrada por los cuatro lados como su vecino, el Puig d’Alcadena. En 1285, Cabrit y Bassa murieron aquí en defensa del rey de Mallorca, Jaume II, y en 1622 se fundó el santuario de la Virgen del Refugio, como consecuencia del abandono militar del recinto.

Nuestro punto de partida se sitúa en la plaza de Cabrit i Bassa de los Damunt, orígen de la villa de Alaró. Si llegamos en coche, podemos estacionarlo en el aparcamiento de Sa Bastida. Si hemos llegado con transporte público (TIB L320 Alaró-Consell o L321 Orient-Consell), desde la propia plaza de la Vila podemos llegar a través de las calles de Can Xalet, d’Enmig i de Can Coxetí, que nos dejarán enfrente de Sa Bastida. Esta vieja casona toma el nombre de la antigua fortificación del siglo XIII situada encima de una montaña cercana al lugar donde nos encontramos. 

La ruta

00’ Desde la plaza de Cabrit i Bassa empezamos la caminata por la calle de Son Duran, en dirección a las afueras de Los Damunt (noroeste) y con el Puig de la Bastida de cara. Llegamos a un cruce importante, formado por una placita ajardinada. Todo recto, nuestro camino de regreso. Ahora, pero, giramos a la derecha ladera arriba por la calle de Son Rafalet. Cuando estamos a media subida encontramos a la derecha el lavadero de Son Rafalet 05’, que formaba parte de la red de construcciones ubicadas alrededor de la Font de les Artigues. El aprovechamiento de estas aguas se remonta a la época musulmana. Este era un lugar que reunía a buena parte de la población para hacer la colada y un poco de vida social.

Al final de la cuesta 10’ encontramos un aparcamiento. Giramos a la derecha por la calle del Poador, dirección norte-noreste, a través de la cual enlazaremos -después de suaves subidas y bajadas- con la del Pujol y finalmente con la del Puig de la Comuna. Esta primera parte del itinerario transcurre por la antigua comuna de Alaró, que nos queda a la izquierda. Allí donde se juntan estas dos calles, del Pujol i del Puig, se ubicaba el emplazamiento del lazareto que durante la peste de 1652 asistió a la población de la villa.

45’ Nuestro camino, que no pierde nunca de vista el Puig de l’Alcadena (núcleo del castillo de Alaró) y lo tiene como primer objetivo, ya se ha vuelto el Camí del Castell y ahora se une con el GR-221 (procedente de Tossals Vells) para empezar el ascenso a esta histórica fortaleza. Bordearemos las ‘possessions’ de Son Curt y Son Penyaflor (agroturismo) y ya empezaremos a percibir los aromas de un territorio embrujado, de un lugar de leyenda...

“Bajo la gran muela del castillo de Alaró está la Cova de les Meravelles, en Son Curt. Allí habitan brujas, que cada noche salen a hacer fechorías por los alrededores. La cueva es profunda y oscura. Cuentan que, tiempo atrás, el señor Felet intentó entrar y dentro encontró una gran claro y una misteriosa ciudad. Pero ni de él ni de la ciudad de las brujas se volvió a saber nada... Pero hay que por la noche de San Juan extienden sus cuerdas entra la Alcadena y el Puig d’Alaró, por donde caminan i bailan toda la noche”. (L’Illa dels Tresors wowmallorca.com).