Resumen del año close

Elena Freixa

Jefa de Sociedad

Emergencia climática

Emergencia climática: de la diagnosis de los riesgos a las soluciones

En 2021 han llegado más certezas científicas, por si a alguien le hacían falta, de que la crisis climática es real y de que algunos de los cambios que ya ha provocado son irreversibles. Lo ha dejado claro el grupo de científicos climáticos de la ONU, IPCC, que en el último informe admite que los fenómenos extremos que ya estamos sufriendo serán cada vez más habituales. Hay que prepararse para ver más a menudo aguaceros como los que este verano dejaron más de 160 muertos en Alemania u oleadas de calor y virulentos incendios como los de Grecia y Turquía.

Reducir la presión sobre el planeta, las emisiones de CO2, es imperativo también en Catalunya, donde ya hemos tenido alguna cata de esta crisis en forma de temporales como el Gloria, que azotó el litoral y ha hecho evidente la vulnerabilidad extrema en la que se encuentran lugares como el Delta de l'Ebre. Las transformaciones estructurales previstas en la ley de cambio climático aprobada hace cuatro años no pueden aplazarse más.

Reducir las emisiones

Más allá del decreto para impulsar las renovables –que debe acelerar la transición energética que ya va tarde en todo el país– hay que dar pasos para reducir las emisiones contaminantes y abordar los presupuestos de carbono, que deben fijar el esfuerzo que se debe exigir a cada sector económico del país para frenar los gases de efecto invernadero (GEI).

El diagnóstico y los riesgos están claros. Ahora es necesario focalizarse en las soluciones, en cómo hacer frente a lo que viene, en planificar. Proyectos como el que financiará la Unión Europea (UE) para ensayar soluciones en el Delta de l'Ebre que frenen su regresión (con aportaciones de sedimentos que son muy necesarias) señalan el camino de la mitigación y la adaptación que, a la fuerza, es necesario recorrer en los próximos años.

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