Arnau Raya
Máster Interuniversitario en Juventud y Sociedad
Con el apoyo de:
Elegí este máster coordinado por la UdG en parte porque es el único en toda Cataluña, ya que es un solo Máster de Juventud, pero también porque había cursado psicología, conocía a algunos docentes y a algunos exalumnos y consideraba que encajaba muy bien con lo que quería hacer en cuanto a contenidos y por la experiencia también de proximidad y conocimiento del entorno.
Gracias al Máster, recientemente he podido empezar a trabajar en la Diputación de Girona con el encargo de impulsar y poner en marcha el Servicio de Educación y Juventud, que no existía hasta el momento. Mi máster tenía una particularidad, y es que se impartían clases los viernes por la tarde y los sábados por la mañana. Al ser interuniversitario, muchas veces había compañeros que se quedaban a dormir. Los viernes, después de las clases, solíamos continuar fuera de manera más informal con los compañeros mientras cenábamos: esto hacía que se enriqueciera mucho el contenido del máster, porque no solo hacíamos horas lectivas, sino que después teníamos siempre entornos de debate facilitados por esta proximidad que genera ser un grupo reducido. Una de las cosas que tiene más valor añadido en este máster es esta oportunidad de poder pasar tiempo con los compañeros que el máster propicia y poder generar debate continuo sobre los temas con los que trabajamos. Aparte de eso, también valoro la experiencia de poder recorrer toda Cataluña con la ayuda del máster financiando el alojamiento: es una gran oportunidad también para ver otras realidades y salir un poco de tu burbuja, algo muy necesario e importante en juventud, que es conocer la diversidad que hay en el territorio.
Arnau Raya
El máster está coordinado por la Universidad de Girona y, por ello, el principio y también la presentación de los trabajos de fin de grado se realiza en la ciudad. Para mí, Girona es la ciudad perfecta para la vida universitaria: tiene todo lo que necesitas en cuanto a recursos culturales y educativos, está muy bien equipada y, al mismo tiempo, te ofrece la tranquilidad de una ciudad pequeña o incluso de un pueblo. Generalmente convence mucho a la gente que estudia aquí. Como anécdota, en el máster se realiza una semana de intercambio y vinieron estudiantes de Estonia, que también pasaron por las universidades de Barcelona, pero cuando llegaron a Girona fue la ciudad que más les maravilló, ya que encontraban que era muy familiar, muy cercana y donde se podía vivir de manera tranquila.